• Revelador estudio de Instituto Belisario Domínguez exhibe agudización de violencia machista

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    Eh aquí una verdadera realidad alarmante: En México, el porcentaje de mujeres mayores de 15 años que ha padecido violencia machista es de 47%, casi cuatro puntos porcentuales más que en 2006. El tipo de violencia más común es la emocional, seguida por la económica. En el ámbito laboral, 23 de cada 100 han sido intimidadas, acosadas o discriminadas, lo que significa alrededor de 4.1 millones de mujeres.

    Tal es la situación que documenta rigurosamente la Dirección de Análisis Legislativo del Instituto Belisario Domínguez, del Senado de la República, en «Violencia contra la mujer: un problema social», número 67 de su colección Mirada Legislativa.

    El estudio de consulta obligada precisa que la violencia machista no solo «es una forma de discriminación y una violación de los derechos humanos, que causa sufrimientos indecibles, cercena vidas y deja a incontables mujeres viviendo con dolor y temor», sino que «perjudica a las familias durante generaciones, empobrece a las comunidades y refuerza otras formas de violencia en las sociedades».

    Otros de sus hallazgos revelan que entre 2008 y 2013 hubo 13 mil 872 asesinatos de mujeres en México, siendo los estados de México, Chihuahua y Guerrero los más letales: «en conjunto esas entidades concentran 35% del total de asesinatos». Además, «a partir de 2011 la tasa de homicidios masculina empezó a descender mientras que la femenina se ha mantenido en el nivel más alto»

    El costo económico de lo anterior, advierte, «si bien es complejo de calcular, puede alcanzar más de mil millones de dólares», pues las consecuencias de la violencia «se perpetúan en el tiempo, tiene efectos intergeneracionales y se extienden a toda la sociedad».

    También destaca que el feminicidio comúnmente es «la conclusión de todo un conjunto de agresiones que las mujeres sufren a lo largo de su vida simplemente por el hecho de ser tales, es el extremo de la violencia de género».

    El senador Daniel Ávila Ruiz, secretario del Instituto Belisario Domínguez, consideró que estos hallazgos «no dejan lugar a la duda: nos queda mucho por hacer para que las mujeres vivan en condiciones de tranquilidad y seguridad».

    Y reconoció asimismo que si bien en México se ha «trabajado mucho en adecuar la legislación, las instituciones y los programas de apoyo a las mujeres, queda un enorme camino por recorrer; en el plano público debemos lograr la completa armonización de leyes, fortalecer las políticas públicas y las organizaciones del Estado, en todos los niveles de gobierno, para disminuir los factores de riesgo e impulsar la seguridad y bienestar de las mujeres, entre otros muchos temas».

    Consulta «Violencia contra la mujer: un problema social»

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