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Daniel Ávila Ruiz

Soy un senador joven, tengo 45 años, y al mismo tiempo una carrera como funcionario público de más de una década, siempre asentada en los valores y principios del Partido Acción Nacional.

En 1987, a los 16 años, me afilié al movimiento Acción Juvenil y dos años después al PAN, desde entonces con la misión de contribuir al fortalecimiento de los jóvenes como grupo social y luchar porque se nos viera como ciudadanos con voz y capacidad de acción transformadora de la democracia.

Me titulé como contador público en la Universidad Autónoma de Yucatán, donde en 2003 obtuve también la maestría en Administración y en 2010 el mismo grado en Finanzas.

Mis primeros cargos públicos fueron los de jefe y subdirector de Egresos del Ayuntamiento de Mérida (1999-2006); en esta última función recibí con mi equipo el Premio Nacional de Transparencia 2006. Al año siguiente fui electo diputado local por el X Distrito de Yucatán.

Terminada aquella gestión, en 2009 mis paisanos me refrendaron su confianza en las urnas, eligiéndome diputado federal, lo cual me llevó los siguientes tres años a San Lázaro, sin por ello dejar de caminar por los municipios yucatecos, junto a mis representados, con una productiva agenda de gestión social.

Hay dos aportaciones legislativas en ese periodo de mi carrera de las cuales me siento muy orgulloso: la aprobación de la reforma que reglamenta las casas de empeño en el país, y presentar una iniciativa de «Ley para el desarrollo de las zonas conurbadas» que ahora se discutirá en el Senado. También puse en marcha las Jornadas de salud visual y gestioné desde mis Oficinas de Enlace sillas de ruedas para personas de escasos recursos,  así como computadoras y becas para estudiantes yucatecos de municipios  vulnerables.

Pero una de las labores en las que más me enfoqué fue en la promoción de la cultura de transparencia y rendición de cuentas en mi estado, a través de la Jornada por la Transparencia, e interponiendo demandas penales contra funcionarios yucatecos por probable desvío de recursos. Me guía la convicción de que el manejo del dinero público debe ser verdaderamente público y, congruente con esto, fui el primer diputado panista, durante la LVIII Legislatura, que dio a conocer su declaración patrimonial, además de mantener actualizado mi portal con  la documentación de mis ingresos.

Hoy como senador mi reto primordial es trabajar para que el Congreso de la Unión se consolide como contrapeso real del Ejecutivo federal, sin descuidar el impulso de políticas y leyes en bien de los jóvenes y por una mayor fiscalización de los recursos públicos.