
Ley de Ingresos de la Federación y la Miscelánea Fiscal 2016 [Tercera parte]
Como he señalado en ocasiones anteriores, uno de los momentos más significativos para la política nacional en el año, especialmente entre los poderes legislativo y ejecutivo, es cuando se envía, discute y aprueba el paquete económico, cuyas partes más relevantes se relacionan con los ingresos, egresos y deuda pública.
Con motivo de la discusión de la Ley de Ingresos de la Federación y de la Miscelánea Fiscal 2016 en el Pleno del Senado de la República, referí que el debate lo debemos centrar en generar medidas que vayan más allá de los fines recaudatorios. En la colaboración anterior señalé que abundaría en las razones de mi voto en contra de los dictámenes presentados por las Comisiones Unidas de Hacienda y Crédito Público y Estudios Legislativos, Segunda.
En relación a la Miscelánea fiscal 2016, señalé mi oposición a la deducción de gastos médicos hasta por el 100% de los gastos erogados, pues esta estrategia genera desigualdad entre los contribuyentes, atenta contra los trabajadores de bajos salarios y, además, lacera el sistema de seguridad social de nuestro país.
La medida que se remitió a esta soberanía sobre el límite a las deducciones personales, es regresiva: grava más a los que menos tienen, y menos a los que más tienen. Si lo que se quiere es hacer más justo el límite de las deducciones personales, lo mejor es, tal como se propuso en el dictamen de las comisiones unidas del Senado, aumentar el porcentaje de 10 a 15%, y dejar el tope de 4 salarios mínimos anuales, pues esto sí beneficiaría directamente a los contribuyentes con ingresos menores.
Propuse dar marcha atrás a la imposición de multas a los contribuyentes que van de 5 mil a 15 mil pesos. Señalé que la propuesta puede constituir una violación de los derechos del contribuyente, pues no existen los elementos técnicos y de asistencia adecuados para que se cumpla con esta obligación. En lugar de aplicar una sanción económica, propuse que se optara por invitarlos a actualizar su información en la página de Internet del SAT, y que se les asista para cumplir correctamente con sus obligaciones fiscales.
A través de un dictamen, las comisiones unidas del Senado propusieron adicionar el valor máximo y mínimo de la banda de gasolina y diésel. Sin embargo, pese a fijar los parámetros de la banda, nada garantiza que el precio de estos combustibles no vaya a subir. Nadie específica ni ofrece certidumbre de que el precio de las gasolinas no va a rebasar sus niveles actuales. Por este motivo, a través de la facultad de reserva propuse mantener controlado el precio de la gasolina al consumidor final en la Ley del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios.
Por si lo anterior fuera poco, la miscelánea fiscal 2016 desincentiva la industria automotriz, ya que impide la deducibilidad en la compra de vehículos con valor mayor a 175 mil pesos. Por ello, propuse elevar el monto máximo de deducibilidad vigente respecto de la inversión en automóviles, pero no sólo a 175 mil pesos, sino a 300 mil pesos, a fin de incentivar la adquisición de automóviles y beneficiar la formalidad en el país, ya que esta elevación del monto máximo representa un incentivo para las empresas y personas con actividad profesional independiente.
También propuse dar marcha atrás a la reducción del gravamen de bebidas azucaradas. Recordemos que dicho gravamen se implementó en la Reforma Fiscal de 2013 con el objetivo de reducir la obesidad entre los mexicanos, anteponiendo la salud pública a los intereses comerciales. Señalé que la obesidad y la diabetes son problemas críticos de salud pública que, de no ser atendidos en el corto y mediano plazos, pueden comprometer nuestra viabilidad como nación.
Mi voto en contra tiene como origen la intención de proteger el patrimonio de mis conciudadanos, de los sectores productivos y mejorar la calidad de vida de los mexicanos. Cada legislador deberá hacerse responsable ante sus representados, de las decisiones tomadas. No se vale desentenderse de la responsabilidad que a cada quien compete en los momentos difíciles, cuando por ejemplo, nos reclamen en nuestros estados por la elevación del precio de los combustibles, o la imposición de injustas multas a los contribuyentes.
* Publicado en elpuntocritico.com [noviembre 17, 2015]
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