Dar Voz: Nuestro mundo dual: enfermedades por obesidad y dolor por hambre*
El pasado 28 de mayo conmemoramos en todo el mundo el Día Mundial de la Nutrición, fecha que nos confronta con una realidad de contrastes, deudas y retos en todo el orbe. Por un lado, en muchas naciones, incluyendo a nuestro país, ya vivimos los altos costos de vida saludable, activa y productiva, así como económicos, de los malos hábitos alimenticios que provocan sobrepeso y obesidad, así como una multiplicidad de enfermedades. Por el otro lado, millones de niños, adolescentes y adultos en México sufren de desnutrición y, aunque nos cueste trabajo aceptarlo, de hambre.
Según el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco) hoy 73% de los adultos mexicanos y 36% de los niños tienen sobrepeso u obesidad, lo que equivale a cerca de 61 millones de personas. Esta condición los coloca en un gran riesgo de desarrollar diabetes y enfermedades cardiovasculares, entre otras afecciones -como problemas musculares, óseos y algunos tipos de cáncer.
Los costos personales, familiares y nacionales de este mal son enormes. Para las personas y sus familias la vida se convierte en una permanente lucha contra dificultades para movilizarse, controlar los efectos nocivos de la mala alimentación y modificar patrones de vida demasiado enraizados. Para el país, explica Imco, resaltan los costos públicos para tratar enfermedades asociadas con la obesidad, la disminución de la productividad laboral y la pérdida de calidad de vida. Imco calcula que sólo por concepto de diabetes mellitus tipo 2, que sufren cerca de 9 millones de personas en México, los costos sociales ascienden a más de 85 mil millones de pesos anuales: 73% de ese total corresponde a gastos por tratamiento médico, 15% a pérdidas de ingreso por ausentismo laboral y 12% a pérdidas de ingreso por mortalidad prematura. El Instituto agrega que cada año se pierden más de 400 millones de horas laborables por diabetes, lo que equivale a 184,851 empleos de tiempo completo. Un dato por demás revelador: según Imco para una persona es 21 veces más barato cambiar de hábitos que tratar una diabetes complicada; 92,860 pesos por cambio de alimentación y ejercicio en 30 años, frente a 1.9 millones de pesos en 30 años si se mantienen los malos hábitos.
El Día Mundial de la Nutrición también coloca a mucha naciones, incluyendo a nuestro país, ante a una realidad vergonzosa: la desnutrición, la enfermedad y el hambre asociadas con la pobreza. Según datos citados en el Programa “Cruzada Nacional contra el Hambre” (CNCH), en 2012 casi 10% de los mexicanos vivía en pobreza extrema; 3.1 millones en zonas rurales y 3.9 millones en áreas urbanas. A pesar de ello, la CNCH sólo definió como población objetivo a una cuarta parte de los hogares mexicanos que en ese año sufrían carencias por acceso a la alimentación.
Urge que las instancias federales, en particular Sedesol, informe con detalle y puntualmente los planes, evolución y resultados de la “Cruzada”. Algunos estudios sugieren que en lugar de extender su alcance, la población atendida con desnutrición y hambre ha disminuido en 0.5% desde 2012. Ello, seguramente, no tiene que ver con éxitos del programa; más bien recuerda que algunos planes y metas anunciadas con “platillo y bomba” se diseñan mal, y que buscan más la exposición mediática que acabar con la infamia del hambre.
* Publicado originalmente en elpuntocritico.com [junio 3, 2015]