• Pobreza Infantil

    “Pobreza infantil: reto pendiente para México”, por Daniel Ávila Ruiz*

    La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) acaba de publicar el estudio “¿Cómo va la vida?”, el cual alerta que México es el segundo país miembro de ese organismo con mayor porcentaje de menores en situación de pobreza, únicamente superado por Israel.

    Este informe refiere que en los países integrantes de la OCDE, en promedio, uno de cada siete niños vive en situación de pobreza. Además, uno de cada diez sufre acoso escolar y un número similar forma parte de una familia en que los jefes de familia son desempleados. Es alarmante también que, en los países miembros, las tasas más altas de homicidios infantiles ocurren en México.

    El estudio hace énfasis de la importancia de brindar mejores oportunidades a los menores de edad, para favorecer entornos que mejoren su calidad de vida, así como reducir riesgos como pobreza y bullying, a fin de ofrecerles una mejor perspectiva de desarrollo en la sociedad.

    En los indicadores sistematizados en el informe nuestro país aparece en último lugar en el rubro de ingreso disponible promedio por niño. Es superado por países como Turquía, Hungría, Chile, Polonia o Eslovenia; y muy lejos de los mejores indicadores que poseen naciones como Dinamarca, Estados Unidos, República Checa, Noruega o Luxemburgo.

    En cuanto a la población infantil en situación de pobreza, México tiene una tasa cercana a 25 por ciento del total de menores de edad, superado únicamente por Turquía e Israel. Nuestro país posee, además, el peor promedio de cuartos por persona en viviendas de familias con menores; con 0.4. En comparación, Irlanda o Bélgica tienen 1.4 cuartos por cada ser humano.

    Para los indicadores de mortalidad infantil, nuestro país está en último lugar de los países integrantes de la OCDE con 13 decesos de menores de un año por cada mil nacidos vivos. En contraste, los mejores promedios se encuentran en Islandia, Eslovenia o Japón, con indicadores menores a dos casos por millar.

    En cuanto al embarazo adolescente México ocupa el último lugar de los 34 países analizados, al superar 60 casos por cada 1000 mujeres de 15 a 19 años. Nuestro país también se situó en el último lugar en la evaluación PISA y en abandono escolar, lo que alerta de la calidad de educación que recibe nuestra infancia. Esto tiene efecto en la proporción de jóvenes que no estudian ni trabajan, en la que México es penúltimo lugar de la OCDE, superando únicamente a Turquía.

    No en todos los indicadores México está en las peores condiciones. El estudio también detalla que México registra importantes avances en materia de niños nacidos con bajo peso, incluso con mejor indicador que el promedio de la OCDE. Lo mismo puede decirse en relación a las tasas de suicidio que se presentan en nuestro país, que son comparables a la media de los países integrantes del organismo internacional.

    El estudio aquí comentado alberga esperanza: los niños mexicanos están entre los cinco países con mayor intención de participar en organizaciones de la sociedad civil y votar en elecciones cuando sean adultos, lo que abona a la perspectiva de adquirir un rol activo de responsabilidad social en la que sean actores estratégicos del desarrollo de su país. También tienen mayor sentido de pertenencia a su escuela. Si queremos tener perspectiva de nación, los legisladores debemos asumir el reto de traducir estos resultados que comparan indicadores sensibles de nuestra realidad social y estar atentos para formular leyes que puedan corregir y beneficiar al armónico desarrollo de niñas, niños y adolescentes.

    *Publicado en El Sol de México [enero 9, 2017]

    Foto: pre01.deviantart.net

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