Asesinatos de Mujeres en México | Daniel Ávila Ruiz
La violencia contra las mujeres es considerada como un problema social y político de importantes magnitudes y graves consecuencias que se extiende a distintas regiones, culturas y países, así lo considera el estudio Asesinatos de mujeres en México del Instituto Belisario Domínguez, y el tema es retomado por el senador Daniel Ávila Ruiz.
Es recién en la década de los setenta cuando la violencia contra las mujeres comienza a ser reconocida y denunciada por las organizaciones y movimientos de mujeres en todo el mundo. Se inicia así a un proceso, que se extiende hasta la fecha, para tratar de romper con el mito de que la violencia hacia las mujeres es un hecho “natural” que compete a la vida “privada e íntima” de las parejas y familias y, por lo mismo, nadie se debe inmiscuir, incluyendo el Estado.
La violencia contra las mujeres constituye una violación a los derechos humanos y una clara manifestación de la discriminación sistemática que se ejerce hacia ellas. Esta violencia es producto de una organización social conformada sobre la base de la desigualdad entre mujeres y hombres. Se legitima y reproduce de diversas prácticas, valores, normas, ideas estereotipadas y en algunas disposiciones jurídicas. En nuestra cultura la violencia hacia la mujer se ha justificado de diversas formas y autoriza al varón para que pueda ejercer cualquier tipo de violencia para “corregir” a las mujeres que se apartan, desafían o trasgreden las normas y los roles esperados de madre, esposa y ama de casa.
Agenda 2030 considera reducción de asesinatos contra mujeres
Diversos estudios apuntan a que la violencia contra las mujeres es un continuo constantemente ignorado que está presente en todas las etapas de la vida, desde la niñez hasta las edades avanzadas. La manifestación extrema que adquiere esta violencia es el asesinato hacia las mujeres por el hecho de serlo lo que constituye la negación al derecho a la vida.
Esta violencia contra las mujeres y las implicaciones que tiene en el desarrollo personal y social ha sido motivo de preocupación y atención por parte de la comunidad internacional y regional que se expresa en el formulación de una serie de tratados e instrumentos de derechos humanos. El compromiso para la prevención, investigación, sanción y erradicación de la violencia contra las mujeres por parte de diversos países del mundo se plasmó también en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible (ADS).
Entre los 17 objetivos para el desarrollo sostenible que se formularon destaca el objetivo relativo a lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y niñas. Este objetivo incluye 9 metas y en particular la meta dos se orienta a: “Eliminar todas las formas de violencia contra las mujeres y niñas en la esfera pública y privada incluida la trata y la explotación sexual. Esto resulta vital para erradicar la pobreza y alcanzar un desarrollo sostenible, la paz y la seguridad, y los derechos humanos”.
Foto: cdn.themexicantimes.mx
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