• Corte desde San Lázaro; ahora contribuirá al fortalecimiento del Senado

    Daniel Ávila Ruiz se apresta a iniciar un nuevo ciclo, ahora en el Senado. Sus paisanos volvieron a favorecerlo en las urnas el 1 de julio [2012], como clara expresión de las acciones legislativas que impulsó durante los últimos tres años, en que fue diputado federal en San Lázaro, así como de los resultados de su intensa agenda de gestión social y sus iniciativas para promover la transparencia y la rendición de cuentas, entre otros asuntos relevantes para México y Yucatán. De esos tres años es pertinente hacer un corte de caja.

    Entrevistado sobre ese largo caminar, Daniel explicó que haber sido diputado federal significó para él «una meta que alcancé, porque ayudar a la gente de mi estado es el trabajo que siempre me ha gustado hacer; creo que lo más importante de un servidor público es precisamente tener vocación de servicio», de modo que «ese fue el impulso para mantener firmes mis posiciones en la Cámara y conseguir los fondos necesarios para mejorar la calidad de vida de los yucatecos».

    Sobre sus acciones legislativas dijo sentirse particularmente orgulloso por la aprobación de una reforma que reglamentará las casas de empeño en el país [marzo 27, 2012], con lo que ahora los más 5 mil establecimientos dedicados a ese giro requerirán de la autorización expresa de la Procuraduría Federal del Consumidor [Profeco] para funcionar.

    Tal reforma es relevante porque la mayoría de esos negocios ofrecen condiciones «opacas y poco explícitas a sus usuarios», aparte de que en ocasiones son usados «como máscaras para lavar dinero», mientras que gracias a la nueva normatividad estarán obligados a ofrecer contratos claros y «alertar a las procuradurías locales sobre personas que acudan con demasiada frecuencia a realizar empeños».

    Otro de sus logros fue la iniciativa de «Ley para el desarrollo de las zonas conurbadas», la cual ya fue turnada al Senado, y su importancia, explica Daniel, es que «fomentará la coordinación entre las entidades federativas para dar solución a problemas compartidos en sus zonas metropolitanas».

    En cuanto a su agenda de gestión social, destacan las Jornadas de salud visual, a través de las cuales se beneficiaron más de 6 mil personas con asistencia oftalmológica gratuita y anteojos a bajo costo, las sillas de ruedas para personas de escasos recursos, y computadoras y becas para estudiantes yucatecos de los municipios más vulnerables que gestionó mediante sus Oficinas de Enlace en Mérida y Tizimín.

    Además, gestionó recursos federales para el rescate de espacios públicos donde los jóvenes pudieran realizar deporte. «Estoy convencido de que la actividad física y la sana convivencia son un escudo contra las adicciones y la tentación de la delincuencia», señala Daniel a menudo.

    La promoción de la cultura de transparencia y rendición de cuentas en su estado, a través de la Jornada por la Transparencia, que para él es otro motivo de satisfacción, lo llevó a visitar casi 50 municipios, entregando de mano en mano información a los ciudadanos, e interponiendo demandas penales contra funcionarios yucatecos por probable desvío de recursos públicos.

    Ahora, como senador, concluyó, uno de sus retos primordiales será el de trabajar para que «el Congreso de la Unión se consolide como un contrapeso efectivo del Ejecutivo federal», sin descuidar el impulso de políticas y leyes en bien de los jóvenes y por una mayor fiscalización de los recursos públicos.

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