• Todavía hoy luchamos contra los prejuicios y formas de discriminación en contra de los jóvenes

    Durante la presentación del Libro: Rola, Balón y Condón, del Maestro Francisco Landero Gutiérrez, el Senador Daniel Ávila Ruiz señaló que en México tenemos deudas grandes históricas con los más de 36 millones de jóvenes de entre 12 y 29 años de edad.

    Al comentar el libro, Ávila Ruiz recordó que en materia legislativa hay algunos avances, como la reforma constitucional que reconoce expresamente el derecho de las y los jóvenes a su desarrollo integral, a la protección y a hacer realidad la atención y el apoyo del Estado. Además, dijo, hoy el Congreso de la Unión tiene facultades constitucionales para legislar en materia de juventud.

    “A pesar de ello, nos queda uno de los retos más importantes en el terreno de legislativo: la Ley Federal de Juventud. Como diputados a la LXI Legislatura federal Francisco Landero y su servidor presentamos una iniciativa que plantea todo un esquema de política pública a favor de los jóvenes; ya como Senador propuse otra iniciativa en la LXII Legislatura. Los legisladores le debemos ese cuerpo normativo a nuestros jóvenes, que son la tercera parte de los mexicanos”.

    Durante la presentación de Rola, Balón y Condón, el Senador yucateco explicó que el texto hace un recuento sobre la forma en la que desde hace más de 100 años gobiernos y gobernantes han concebido a los jóvenes: desde aquellos qie que centraron su labor hacia los jóvenes en la educación, hasta otros que vieron en la juventud la esperanza para construir un México fuerte, con desarrollo y bienestar económico y social. “En el camino, como recuerda el libro de Landero, hubo distintas visiones negativas que estigmatizaron a la juventud como un grupo asociado con la delincuencia, y el consumo de alcohol y drogas.Todavía hoy luchamos contra muchos prejuicios y formas de discriminación”.

    Ante más de 200 personas que se dieron cita en las salas 5 y 6 del Senado de la República, Ávila Ruiz expuso que el libro de Landero revisa y analiza las condiciones actuales en las que viven y se desarrollan los jóvenes mexicanos.

    En ese sentido, el Senador yucateco enfatizó que comparte con el autor la lista de algunos de los pasos necesarios para ejecutar una política eficaz de y para los jóvenes: realizar un buen diagnóstico, clasificar las diferentes edades de los jóvenes, ordenar y jerarquizar sus prioridades y, sobre todo, entender que los jóvenes no son sólo el futuro, sino el presente de nuestra sociedad, con ideas y soluciones que aportar.

    “Reconocer a los jóvenes como actores estratégicos de la sociedad fortalece no sólo el ejercicio real de sus derechos y dota de un sentido humanista a las políticas públicas que los afectan, sino que incide en el bienestar de sus familias presentes y futuras, de sus comunidades y de todos los espacios en los que participan y actúan”.

    En este tenor, dijo el Senador Daniel Ávila Ruiz, Paco Landero recuerda que las políticas centradas en el asistencialismo que han marcado la política de juventud durante la administración de Enrique Peña Nieto, no son las que ellas y ellos necesitan para ejercer de manera plena sus derechos ni para impulsar su  desarrollo integral. Coincido en que un ejemplo claro de esta situación es el cambio de dependencia del Imjuve de la Secretaría de Educación Pública (SEP), a la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol). “Como señala el autor, estas acciones ilustran que, más que comprender y abordar los grandes desafíos juveniles, se ve a este sector de la población como un grupo vulnerable”.

    Ávila Ruiz agregó que también concuerda con Landero en que la instrumentación de políticas de juventud debe considerar diferentes elementos de regionalización, gestión gubernamental, equidad, eficiencia en el uso de recursos y ejes operativos. Asimismo, enfatizó que, como lo señala Francisco Landero, “para que los proyectos públicos a favor de los jóvenes tengan éxito y puedan adaptarse a sus necesidades, es necesario garantizar transparencia y acceso a la información. Si los programas para jóvenes reciben recursos públicos, también su uso, eficiencia y resultados deben ser públicos”.

    Finalmente, el Senador yucateco expresó “el tema de juventud es hoy más relevante que nunca: “reconocer a los jóvenes como actores estratégicos de la sociedad fortalece no sólo el ejercicio real de sus derechos y dota de un sentido humanista a las políticas públicas que los afectan, sino que incide en el bienestar de sus familias presentes y futuras, de sus comunidades y de todos los espacios en los que participan y actúan”. (23/03/2015)

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