“Retrocesos en la legislación fiscal”*
Las leyes no se mejorarían nunca si no existieran numerosas personas cuyos sentimientos morales son mejores que las leyes existentes.
John Stuart Mill
Ardua semana tuvimos en la Cámara de Senadores. Trabajamos muchas horas en el análisis de las reformas y adiciones al Código Fiscal y la Ley Aduanera aprobadas por los Diputados. El resultado es en muchos aspectos dudoso, pues los legisladores del PRI se negaron a aprobar varias propuestas de reforma a la minuta que buscaban garantizar la disciplina financiera, así como la seguridad y certeza jurídicas de muchos mexicanos que trabajan con empeño y honestidad. Expongo dos ejemplos de estas faltas, mismos que presenté como reservas durante la sesión del Pleno de la Cámara de Senadores el 24 de octubre.
La primera reserva se refiere al dictamen fiscal. Mi propuesta era mantener la redacción actual del artículo 32-A y sus correlativos del Código Fiscal de la Federación para salvaguardar el dictamen fiscal, pues ha demostrado ser un mecanismo que promueve la cultura administrativa de los contribuyentes y garantiza la generación de información financiera útil entre los contribuyentes y la autoridad. En la propuesta del Ejecutivo, aprobado por los legisladores del PRI, se elimina este instrumento que, desde hace 50 años, ha beneficiado a los contribuyentes cumplidos con la opción de dictaminar sus estados financieros a través de un contador público, evitándoles molestias innecesarias y permitiendo al fisco orientar su acción contra los defraudadores. Se trata de una herramienta que da certeza a las empresas de que su información financiera se presenta conforme a las normas establecidas por la contaduría pública organizada.
Estoy convencido de que al eliminar el dictamen fiscal se aplica una medida discriminatoria, pues se establece un monto mínimo de ingresos acumulables de 100 millones de pesos como requisito para que una persona moral pueda optar por dictaminar sus estados financieros para efectos fiscales. Además, se pierden los cerca de 10 mil millones de pesos que, gracias al dictamen fiscal, podría perder por ineficacia y evasión.
Por otra parte, presenté una reserva a las modificaciones propuestas por el gobierno federal al artículo 143 del Código Fiscal de la Federación en materia de instituciones de fianzas. Nuevamente, me parece que estas medidas son discriminatorias, y que vulneran los derechos de igualdad, certeza y seguridad jurídica
La medida propuesta por el Presidente y aprobada por el PRI niega a las instituciones de fianzas la posibilidad de impugnar los requerimientos de cobro indebidos, lo cual podría ocasionar arbitrariedades por parte del Servicio de Administración Tributaría (SAT).
Y es que estas modificaciones dañan el patrimonio de los contribuyentes que puedan acceder a una fianza ante un cobro indebido por parte del SAT; pues perderán sus garantías otorgadas a la afianzadora debido a que ésta las rematará para recuperar el pago realizado a Hacienda
Los acuerdos de la Cámara de Senadores regresarán, para su revisión a la Cámara de Diputados, pues se realizaron cambios en 35 artículos y cuatro transitorios. Desgraciadamente, ante la ceguera de los legisladores de otros partidos, se trata sólo de modificaciones en la forma.
La próxima semana los Senadores del PAN seguiremos insistiendo en propuestas constructivas y responsables: falta mucho que votar en la llamada “reforma hacendaria”. Por lo pronto, y a manera de colofón, rescato dos frases que han influido en mis decisiones: la primera, de Víctor Hugo. La segunda, de Justiniano.
“El futuro tiene muchos nombres. Para los débiles es lo inalcanzable. Para los temerosos, lo desconocido. Para los valientes es la oportunidad.”
“La Justicia es la constante y perpetua voluntad de dar a cada uno su derecho”.
*Artículo publicado originalmente en El Sol de México [octubre 28, 2013]