¡Preservemos la paz!*
El mundo no está en peligro por las malas personas,
sino por aquellas que permiten la maldad.
Albert Einstein
Qué duro es abrir el (los) periódico(s) cuando sus titulares son información sobre asesinatos, muertes y suicidio.! Y lo hacen tantos medios (escritos, radiofónicos y digitales), que no vale la pena hacer el recuento. Pero sí habría que preguntarse por qué esa es una tónica constante y, sobre todo, por qué lo permitimos.
Los medios masivos de comunicación son una verdadera joya: hace muchas décadas que nos comunicamos y compartimos datos y solidaridad a través de ellos. Debido a su trabajo, millones de personas se han salvado de desastres naturales, guerras, persecuciones y hambrunas. Pero, también, hay que reconocer que, mal empleados, pueden ser fuente de encono, angustia y confusión. Y que no se malinterprete esta frase, pues no sólo agradezco a los medios su cobertura, sino que confío en que su ética y profesionalismo para comunicar con objetividad. ¡Les costó mucho la construcción de medios libres!
Los medios hacen bien en informarnos y crear consciencia sobre las enfermedades en nuestra sociedad y los peligros que se generan en otros países. ¡Debemos, todos, conocer a los enemigos para poder combatirlos! Sin embargo, me parece que cuando los titulares -de todo tipo de medios- se basan en males (en comunidades y personas) sin ofrecer orientación, erran su misión.
Ha sido una larga reflexión. El motivo es la lectura de un texto sobre cinco personas asesinadas en Luisiana, que se sumó a muchas otras sobre niños y adolescentes que dispararon a otros niños sin culpa de unos u otros. Y, a pesar de ya sabemos los muchos episodios de esa violencia que mata, no hemos recibido suficientes datos para proteger a nuestros hijos, ya sea de ser violentos o de la agresión que sufren de otros. En este sentido hay que agradecer a los medios porque, debido a ellos, sabemos lo que es el “bullying”.
He trabajado, escuchado y caminado todos los municipios yucatecos con muchos jóvenes. Los conozco. Sé que dudan, que se rebelan, que se enojan y que cuestionan todo. Qué bueno ¡eso es ser joven!
Confío en que esa rebeldía siga siendo constructiva y que sus cuestionamientos sigan siendo fuente de duda, revisión e impulso al cambio.
Debemos dar la bienvenida a la información. Igual, a aquellas personas, editorialistas, académicos y líderes de opinión que, además de dar datos, nos explican qué hacer en caso de peligro.
*Artículo publicado originalmente en El Sol de México [diciembre 30, 2013]