
Preservemos al pepino de mar*
Como cada vez se necesita sacar más pepino, muchas
de las pesquerías principales en el mundo han visto
mermadas sus poblaciones por el exceso de pesca
e incluso han tenido que protegerlas de la extinción.
Centro Interdisciplinario de Ciencias Marinas, IPN.
La demanda internacional del pepino de mar asciende a 10 mil toneladas al año, como resultado de los poderes curativos que se le atribuyan en enfermedades como artritis, impotencia sexual, presión arterial y exceso de colesterol.
Sin embargo, el valor dentro del ecosistema marino también es importante, porque el pepino filtra los sedimentos oceánicos y devuelve nutrientes a la red alimenticia, revolviendo las capas superiores de sedimento en las lagunas y arrecifes, facilitando la penetración de oxígeno y evitando la acumulación de materia orgánica en descomposición, además controla las poblaciones de plagas y ciertas bacterias.
El estado de Yucatán concentra el 95.7% del total de la pesca del pepino de mar que se realiza en los 12 estados mexicanos donde se permite su aprovechamiento.
A pesar de que la pesca ilegal de este equinodermo es un delito federal que persigue la Procuraduría General de la República y que se sanciona en el Código Penal Federal, continúa la pesca furtiva de este y de otros recursos marinos como el pulpo, el mero, la langosta, la rubia y el esmedregal.
Sobre este grave problema, integrantes de la Comisión de Pesca y Acuacultura del Senado de la República sostuvimos hace unos días una reunión con los presidentes municipales de Río Lagartos y San Felipe del estado de Yucatán, quienes encabezaron una comisión de representantes de federaciones y cooperativas de pescadores de las localidades de El Cuyo, Las Coloradas y de los municipios antes mencionados.
Los presidentes de las federaciones del oriente de Yucatán expusieron la problemática que se vive en el litoral del Estado.
Milton Marrufo, presidente de la Cooperativa de Pescadores Legítimos de San Felipe denunció que “varios pescadores ilegales violan todos los días este periodo de veda, ellos cuentan con grandes embarcaciones y con armamento que utilizan para amenazar a los pescadores que realizan labores de vigilancia”, Coincidi en que es necesario tomar acciones en torno a esta problemática a fin de evitar muertes a consecuencia de la captura ilícita de los pescadores que trafican con el pepino de mar.
Los senadores Francisco Salvador López Brito, presidente de la Comisión de Pesca y Acuacultura, y Ernesto Ruffo Appel, integrante de la misma, propusieron crear un grupo de trabajo a fin de presentar propuestas para reformar el sistema legal disfuncional que existe actualmente.
Entre las propuestas que se acordaron realizar está contar por lo menos con un inspector de pesca en cada puerto, aumentar las penas de prisión a quienes ilícitamente capturen, transporten y comercien con el pepino de mar en los periodos de veda, y, otorgar atribuciones y obligaciones claras a la Secretaría de Marina para detener y presentar ante las autoridades correspondientes a quienes cometan este tipo de ilícitos.
Durante el evento asistió el capitán Cristóbal Rodríguez, enlace de la Secretaría de Marina a quien se le solicitó intensificar la vigilancia en el litoral de Yucatán, en coordinación con la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca) a fin de poner a disposición de las autoridades competentes a quienes cometan los delitos mencionados.
A la reunión también asistieron el secretario técnico de la Comisión de Pesca del Senado, Ingeniero Enrique Bermúdez Rodríguez, y el de la Comisión de Pesca de la Cámara de Diputados, Ingeniero Roberto Arosemena Villarreal; los alcaldes de San Felipe y Río Lagartos, Lorenzo Briceño y Elmer Contreras, respectivamente, así como el asesor jurídico de ambos municipios, Mario Massa.
Finalmente, creo que además es necesario aumentar la condena privativa de la libertad que actualmente va de uno a 9 años de prisión, a fin de recuperar el control de los periodos de veda.
*Publicado originalmente en El Sol de México [abril 28, 2014]