
Millones desencantados con los partidos
México es un país de jóvenes, de acuerdo con el Consejo Nacional de Población (Conapo) este grupo etario representa el 26 por ciento de la población de nuestro país.
Por su parte, el Instituto Nacional Electoral (INE) señala que hay 25 millones de jóvenes de 18 a 29 años de edad inscritos en el listado nominal, esto se traduce en que uno de cada tres votantes para la elección del próximo año corresponderá a esta generación de jóvenes.
Esto debe ser considerado de manera seria, especialmente por los partidos políticos, ya que es evidente el distanciamiento de los jóvenes hacia sus propuestas electorales.
Un claro ejemplo de lo lejos que se encuentran los jóvenes de la cuestión electoral es su tasa de abstencionismo, la cual supera 40 por ciento en elecciones federales, siendo aún mayor en elecciones locales.
Asimismo, de acuerdo al estudio denominado “Índice Nacional de Participación Juvenil, 2015-2016” realizado por Ollin Jóvenes en Movimiento, AC; en 2014 y 2015, tres de cada 10 participaban en partidos políticos. No obstante, en 2016, se redujo a solo uno de cada 10, lo que es realmente
preocupante.
Afortunadamente, los jóvenes siguen interesados en los procesos democráticos y las cifras actuales de población joven que puede votar son únicas en la historia de nuestra nación. Por la cantidad que representarán los votos juveniles, posiblemente podrían definir la elección del próximo presidente de México.
Por ello, son muy importantes las propuestas que generen los partidos políticos dirigidas a este grupo de jóvenes, pues pueden ser la base de un mayor acercamiento entre ellos y las instituciones político-electorales.
Cabe destacar que en las elecciones próximas del Estado de México, los jóvenes de 18 a 30 años representan poco más del 30 por ciento de la Lista Nominal de Electores (IEM).
El voto joven tiene amplias posibilidades de decidir al ganador de la contienda, por lo que habrá que estar muy atentos al comportamiento de este grupo poblacional, ya que si acude a votar puede cambiar el resultado de dicha elección.
Por la gran cantidad de votos juveniles, se les debe considerar como un sector estratégico, y se puede pensar que la organización política que logre movilizar a las juventudes votantes, tendrá mayores posibilidades de incrementar sus preferencias en los años posteriores.
Una cantidad sin precedentes de jóvenes mexicanos no trabaja y no estudia o participa en algún programa de capacitación. Por ello, muchos se sienten desanimados debido a la falta de oportunidades y no siguen buscando empleo.
El empoderamiento económico, a través del empleo productivo y trabajos de buena calidad, puede posibilitar que los jóvenes se conviertan en agentes de cambio fundamentales y que canalicen sus capacidades ilimitadas para el activismo, creando un México mejor.
Como legislador y como miembro del Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional nos aguarda un gran trabajo para generar plataformas electorales con propuestas consistentes para atender los problemas de los jóvenes y, de esta manera, intentar recuperar su confianza en las instituciones políticas.
*Publicado en El Sol de México [2017, 16 de mayo]