Los mayas del Petén, un libro de Sergio Angulo*
Queriendo mi Dios un día
Crear un Edén terrenal
Con colores y maestría
Creó mi Petén, obra genial.
Ríos, bosques y lagunas
De tal manera organizó
Y entre reflejos de luna
Mi Isla de Flores emergió.
Ana Morena Juárez
Una de las tareas más satisfactorias que he tenido como integrante de las mesas directivas de los órganos de asesoría parlamentaria, primero en la Cámara de Diputados y ahora en el Senado, es promover la publicación de libros y textos que contribuyan a la educación cívica y al conocimiento sobre nuestra historia. En este último rubro se inscribe Los mayas del Petén y el Presidio de los Remedios, de Sergio Angulo, publicado por el Instituto Belisario Domínguez.
El texto llena un vacío de información sobre todos los grupos que convivieron en la región, al describir con detenimiento el tipo de relaciones entre indios, soldados, vecinos, reos desterrados, curas y uno que otro criollo, lo que determinó las características particulares que adquirió la vida colonial en El Petén y, yo agregaría que influyó fuertemente en lo hoy es el orgullo de la cultura maya.
El libro aborda la historia de la conquista y colonización de la región del Petén la cual, a diferencia de otros territorios mesoamericanos, se produjo tardíamente, casi al final de del siglo XVII. Y es que si bien en 1525 Hernán Cortés visitó el Peten, el territorio no era de interés para la corona española por carecer de riquezas mineras.
Así el Petén permaneció independiente de los españoles durante 150 años hasta que en la segunda mitad del siglo XVII la región se convirtió en motivo de interés como ruta comercial. La conquista del Petén se realizó en 1697 bajo el mando de Martín de Ursúa y Arizmendi y fue unas de las últimas poblaciones conquistadas.
El libro de Angulo nos introduce, en el capítulo 1, al carácter de los itzaes, a los antecedentes históricos, al inicio de la conquista y la condición geográfica y limítrofe que permitió la colonización tardía del Petén. En el capítulo 2 el autor muestra con gran detalle el proceso de colonización, destacando el establecimiento del Presidio y sus soldados, y el traumático afianzamiento del régimen colonial. Presenta también el proceso de reducción étnica y el mestizaje, así como la fuerza de la resistencia de los itzaes y el papel que jugaron los batabes-caciques en el establecimiento del pacto político y laboral de la época colonial.
El capítulo 3 muestra la difícil vida de los soldados enviados al Petén, también muestra sus excesos y el papel que jugaron en la nueva sociedad que se encontraba en formación. Explica la importancia del Presidio y sus generalidades.
En el capítulo 4, el autor nos muestra las dificultades a las que se enfrentaron los nuevos pobladores que en nombre del gobierno colonial llegaron a habitar los nuevos territorios conquistados. Las familias, los gobernadores y militares que llegaron a las tierras del Petén pertenecieron a diversas categoría étnicas dentro de las cuales los españoles representaban el grupo minoritario.
El capítulo 5 emprende una interesante y rica caracterización de los reos que fueron enviados al destierro en la Isla de los Remedios en la que también se integraron como fuerza de trabajo y a la vida cotidiana de la nueva colonia.
En el capítulo 6, Sergio Angulo aborda el estudio de los gobernadores de la provincia del Petén, quienes llegaron a concentrar un gran poder que marcó no sólo el comercio de la región petenera sino las nuevas formas de vida y de convivencia. En el Capítulo 7, el autor se aboca al análisis del papel que tuvieron los curas evangelizadores entre la población indígena, pero eran los menos aptos para el oficio religioso, utilizan su autoridad para sacar ventaja de la mano de obra para sostener a la media docena de curas.
En el último capítulo, el autor nos presenta un fascinante análisis del mundo colonizado de los indígenas del Petén, en particular se adentra en los aspectos que asumió el maltrato y abuso del que fueron objeto.
Como se puede notar este libro es un gran aporte al conocimiento histórico de las raíces del pueblo maya en general y la región del Petén en particular. Además, permite disfrutar de una narrativa que lleva al pasado.
Los mayas del Petén y el Presidio de los Remedios se presentará al público el próximo 17 de febrero, a las 7 de la noche, en la Sala Audiovisual del Centro Cultural Olimpo. Invitan el Instituto Belisario Domínguez, CIESAS, INAH-Conaculta y AYERAC. Tendré el placer de realizar algunos comentarios.
*Artículo publicado originalmente en El Sol de México [febrero 10, 2014]