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    Los comicios en estados: elección entre alternativas para el desarrollo local*

    (Parte 2 de 3)

    Con motivo de los comicios locales que se llevarán a cabo el próximo cinco de junio, en la colaboración anterior señalé que abundaría en las variaciones de los niveles de bienestar social que se han registrado en las entidades federativas durante los últimos años. En esta ocasión abordaré también algunos datos en materia de endeudamiento y seguridad de los estados de Quintana Roo y Veracruz.

    Referí una edición especial de la serie Mirada Legislativa elaborada por investigadores del Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República.

    De acuerdo con el documento, en Quintana Roo algunos de los indicadores de bienestar mostraron una caída en la calidad de vida de las personas en el periodo de 2012 a 2014. Son de especial relevancia las carencias por acceso a la alimentación, por acceso a servicios básicos, así como por calidad y espacios de vivienda, que mostraron incrementos en el número de personas que las padecen.

    Esta situación contrasta con la evolución reciente de las finanzas estatales, pues Quintana Roo registra el endeudamiento per cápita más elevado de las entidades del país: al cierre de 2015 el monto de la deuda por habitante ascendía a casi 15 mil pesos. Esto es muy importante, porque se trata de recursos que las actuales y nuevas generaciones de quintanarroenses tendrán que pagar.

    Se trata de un endeudamiento rápido en un entorno poco transparente, pues de acuerdo con la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental (ENCIG) levantada por el INEGI en 2013, 83.7 por ciento de la población entrevistada en la entidad consideraba que la corrupción era frecuente o muy frecuente; 76.3 por ciento consideraba lo mismo respecto del Gobierno estatal y 76.2 por ciento tenía la misma impresión de los Gobiernos municipales.

    Veracruz, por su parte, destaca por el hecho de que en 2007 su deuda pública representaba 37.1 por ciento de las participaciones federales y al cierre de 2015 ya reportaba que representaba el 133 por ciento de ellas. Se trata de un endeudamiento que en sólo ocho años se cuadruplicó.

    De acuerdo con la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública, realizada por el INEGI, en 2014 el 80.7 por ciento, esto es, cuatro de cada cinco habitantes veracruzanos de 18 años y más se sentía inseguro en la entidad.

    En el mismo tenor, la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental (ENCIG), levantada por INEGI 2013, señaló que 84.6 por ciento de la población en Veracruz consideraba que la corrupción es muy frecuente o frecuente en el estado; 71.8 por ciento la consideraba muy frecuente y frecuente en el gobierno estatal y 68.5 por ciento tenía la misma impresión respecto de los gobiernos municipales.

    Tanto Veracruz como Quintana Roo han elevado su deuda en un nivel sin precedentes, en contraste con el deterioro de la calidad de vida de los ciudadanos. Estos resultados cristalizan la forma irresponsable con que los mandatarios del actual partido en el Gobierno han conducido a estas dos entidades.

    He señalado anteriormente que los comicios electorales representan una oportunidad para que los ciudadanos elijan entre diferentes alternativas de proyecto político, social y económico. Es tiempo de que elijan si continúan o ponen fin a esta etapa de impunidad, corrupción e inseguridad que han padecido en los últimos años.

    * Publicado en El Sol de México [mayo 16, 2016]

    Foto: sqcs.com.mx

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