• Hepatitis

    La hepatitis en México*

    Daniel Ávila Ruiz

    El pasado 28 de julio celebramos el día mundial contra la hepatitis, que se identifica como inflamación del hígado causada por uno de los cinco virus de la hepatitis, denominados tipo A, B, C, D y E. La hepatitis A y E son causadas, generalmente, por la ingestión de agua o alimentos contaminados, en tanto que las modalidades de hepatitis B, C y D, se transmiten a través del contacto con la sangre y con otros fluidos corporales de una persona infectada (saliva, semen y fluidos vaginales).

    Un documento publicado por investigadores del Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República, señala que en México la información sobre los diversos tipos de hepatitis, sus principales vías de trasmisión y la población infectada tanto a nivel nacional, como para cada una de las entidades federativas es muy limitada.

    A pesar de ello, es posible saber que alrededor de 1.4 por ciento de la población mexicana padece algún tipo de hepatitis. Cifras de la Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud, indican que en los últimos 10 años, en México la hepatitis A tiene una incidencia de 16.8 por cada 100 mil habitantes.

    La OMS estima que 95 por ciento de las personas que tienen hepatitis no sabe que está infectada. Las pruebas para detectarla son complejas y pueden ser caras, por lo que la mayoría de las personas que a nivel mundial necesitan tratamiento no lo reciben.

    El mismo organismo internacional señala que los infantes menores de seis años infectados, no suelen tener síntomas apreciables; de ellos, solo 10 por ciento, muestran ictericia. En contraste, en los niños mayores y en los adultos, más de 70 por ciento de los casos la infección de hepatitis A suele presentar síntomas graves, como ictericia.

    La Secretaría de Salud registró que, de las 32 entidades federativas, las más afectadas por el virus de la hepatitis A fueron Yucatán con incidencia de 44.8, Baja California Sur, con 37.8, Sonora, 34.8, Aguascalientes, 32.9, y Querétaro con 32.4.

    En 2015 se registraron en México 24 mil casos anuales de hepatitis de tipo A, B y C. De éstos, cerca de mil 900 son de hepatitis C y 750, de la B.

    Como parte de las medidas reportadas por la Secretaría de Salud, se señala que desde 1998 en México se aplica la vacuna contra la hepatitis B, con coberturas superiores a 93 por ciento. Además, entre 2000 y 2014, se suministraron más de 2 millones de vacunas a la población adolescente, a fin de cubrir a quienes, de niños no fueron vacunados al momento de su nacimiento.

    Datos de la Encuesta Nacional de Salud indican que la prevalencia de la hepatitis C en la población mayor de 20 años es de 1.4 por ciento, con variaciones importantes entre regiones. En el norte de México es de 2 por ciento, mientras que en el sur de 1.5 por ciento y de 1.1 por ciento, en el centro.

    A pesar de los esfuerzos públicos, México tiene la tasa más elevada de América Latina de muertes por cirrosis con 38.3 por cada 100 mil habitantes.

    Proyecciones de la enfermedad hacen esperar que hacia el año 2030 se incremente en 55 por ciento, el número de casos relacionados con las enfermedades y muertes hepáticas en México.

    Este dato hace pensar que estas políticas públicas que hemos desplegado en México aún tienen serios pendientes en la atención e inclusión en igualdad de oportunidades, por lo que es necesario que, en el Legislativo redoblemos la atención que se brinda a los mexicanos.

    * Publicado en El Sol de México [agosto 1, 2016]

    Foto: insightdocus.com

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