• La elección del PAN: democracia en práctica*

    *Por Senador Danel Ávila Ruiz

    La democracia es el régimen de las opiniones relativas 
    Octavio Paz

    La semana pasada, los militantes del Partido Acción Nacional votamos para elegir a la dirigencia de nuestro partido. Fue una elección competida, en la que votaron más de 156 mil personas y se reflejó la pluralidad de nuestro país.

    Fue un día de celebración no solo para los panistas, sino para la democracia en México. La elección de nuestro presidente nacional transcurrió en un ambiente de activa participación y tranquilidad. Es un proceso que puede calificarse de fiesta cívica, pues la militancia eligió de manera directa a su presidente -cosa que no ha ocurrido en otro partido político mexicano.

    La elección de nuestra dirigencia nacional, mediante el voto directo de los panistas, confirma la vocación democrática que dio origen a Acción Nacional y que sustenta a nuestro partido. Abriendo las decisiones a todos los militantes sabemos que el PAN se fortalece.

    Las decisiones en los sistemas y organismos democráticos implican el intercambio de opiniones para construir acuerdos. El PAN confirmó con esta elección que confrontar opiniones es parte de nuestra vida democrática interna, y que se puede llegar a consensos. Estamos acostumbrados al debate; como demuestra esta elección, no tememos a la democracia.

    El resultado de esta elección, así como el comportamiento de los dos candidatos, es prueba clara del ejercicio de la democracia interna y externa, y de la convicción de que la gente decide. Tanto Gustavo Madero como Ernesto Cordero aceptaron los resultados de los comicios internos, sin recurrir a acusaciones o desgastes innecesarios, y abrieron el camino para el trabajo conjunto y la cooperación.

    Seguramente, como ha sucedido hasta ahora, analistas y columnistas seguirán dando datos duros, analizando resultados por estado, opinando sobre el papel de cada liderazgo y pintando panoramas futuros.

    Lo cierto es que la elección del presidente del PAN fue un ejemplo de práctica democrática; que la militancia de Acción Nacional hizo oir su voz y que aceptamos, sin cortapisas, la opinión de la mayoría.

    Ahora es tiempo de trabajar, acercándonos a los ciudadanos para fortalecer nuestra representación de sus intereses y dejar atrás los errores y descalificaciones.

    *Columna publicada originalmente en El Sol de México [mayo 26, 2012]

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