• Inspirar: la vocación de los maestros*

    Enseñar es aprender dos veces.

    Joseph Joubert

    Desde 1918 cada 15 de mayo celebramos a los maestros gracias a la iniciativa de Venustiano Carranza, aprobada por el Congreso federal en 1917. El día, destinado a reconocer y honrar las contribuciones y entrega de los maestros en México, recuerda los avances que nuestro país ha hecho en materia educativa. También, debe ser espacio para hacer un recuento de los retos educativos y los desafíos que enfrentan los docentes.

    De acuerdo con Inegi, en 1895 82% de la población mexicana era analfabeta; en 1930 el porcentaje disminuyó a 61; en 1970 fue 27%; en 2005 disminuyó a 8% y en 2013 a 6%. La misma fuente indica que en 1950 existían 3.5 maestros por cada mil habitantes; en 1970, 7; en 1990, 13.5 y en 2005, 16 por cada mil habitantes.

    La educación en nuestro país y la situación de los maestros son hoy en día un panorama con claroscuros. Por un lado, los maestros están cada vez más escolarizados, trabajan más horas en aulas y asisten a cursos de capacitación. Por otro lado, solo 40% de los docentes a nivel nacional obtuvo resultados de idoneidad en la evaluación del concurso de ingreso al Servicio Profesional Docente, de julio de 2014.

    Un documento recientemente elaborado por el Instituto Belisario Domínguez del Senado presenta una diversidad de datos que abundan en la situación de la educación y los maestros mexicanos. Respecto de la inversión en educación, resalta que en 2011 6.2% del PIB de nuestro país se destinó a instituciones educativas; cifra que supera al promedio de los países de la OCDE, de 6.1%. También, el gasto de nuestro país en educación primaria, secundaria y media superior es mayor al promedio de la OCDE: 4% frente a 3.8%.

    A pesar de estos avances, en materia de recursos para la educación tenemos pendientes. En nuestro país el gasto anual por estudiante desde la educación primaria hasta la superior es 19% del PIB per cápita; el segundo promedio más bajo dentro de la OCDE. Además, México gasta un promedio de 15% del PIB per cápita por estudiante de primaria, frente a 23% de la OCDE; y 17% por estudiante de secundaria, frente a 26% de la OCDE. Y en 2011 el gasto total en instituciones de educación superior fue de 1.3%, mientras que el promedio de la OCDE llegó a 1.6%.

    ¿Cuántos y cómo son los maestros mexicanos? Según la Secretaría de Educación Pública en el ciclo escolar 2013-2014, 1 millón 975 mil 731 docentes enseñaron en 258 mil 401 escuelas y atendieron a 35 millones 745 mil 871 alumnos. La amplia mayoría de maestros trabaja en la educación pública: son 81% de los docentes en planteles de educación preescolar, 90% en primaria y 86% en secundaria.

    Con excepción de la enseñanza primaria indígena y la media superior, hay más mujeres que hombres en la docencia: en preescolar las mujeres son 93% del total; en primaria 67% y en secundaria 53%. Además, nuestros maestros son jóvenes. La edad mediana de los profesores de preescolar, primaria y secundaria es 37, 39 y 42 años, respectivamente.

    Los profesores más jóvenes tienen mayor escolarización que los que están cercanos al retiro. En preescolar y primaria la mitad de las maestras tiene licenciatura terminada; en secundaria la tiene 40%, así como dos terceras partes de los docentes en educación superior.

    Entre los países de la OCDE son los maestros mexicanos quienes destinan más tiempo a las aulas: en secundaria los maestros mexicanos enseñan 1,047 horas por año, frente a 694, en promedio, en los países de la OCDE; en la media superior nuestros maestros pasan en aulas 838 horas y el promedio para los docentes en países de la OCDE es de 655.

    Toda una generación de maestros está próxima a jubilarse. Al 31 de diciembre de 2013, cerca de 84 mil 768 de escuelas públicas y 3 mil 371 de planteles privados cumplían los requisitos de edad y años de servicio para pensionarse. En 2023 la cifra llegará a 160 mil 166 docentes más. Con ellos se van años de experiencia, enseñanza, alegrías y anécdotas. Estoy seguro que, todos llevamos inscritos en la memoria y el corazón a varios maestros, ya sea porque aprendimos, porque nos empujaron a pensar y porque nos abrieron puertas al mundo. Hay algo de ellos en nuestra forma de vivir.

    Rindo honor a los maestros mexicanos y envío un cariñoso agradecimiento a los míos, pues, como Horace Mann señaló, el mejor maestro es el que inspira. ¡A mí, como a muchos otros mexicanos me inspiraron! También porque, como dijo Vasconcelos, pintaron y grabaron una permanente actitud de conocer, averiguar y reflexionar.

    Va un mensaje, que tomo de Nikos Kazantzakis, que describe a muchos maestros mexicanos: “Los mejores maestros son aquellos que saben transformarse en puentes, y que invitan a sus discípulos a franquearlos”.

    * Publicado originalmente en El Sol de México [Mayo 18, 2015]

    Foto: 1.bp.blogspot.com

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