• Fiestas navideñas y de Año Nuevo: oportunidad para la paz

    Daniel Ávila Ruiz

    ¡Ya estamos en las celebraciones navideñas y de año nuevo! Son dos semanas de alegría, gozo y convivencia. Es oportunidad para dedicar nuestro tiempo, atenciones y presencia a la familia, a los amigos y a los compañeros. Estar, acompañar y compartir enriquece. La compañía da aliento.

    Este año me ilusiona más que nunca asistir a las comunidades y pueblos de mi Estado, Yucatán, para compartir posadas, letanías, villancicos, jarana, bailey alegría con mi gente. Hay muchas personas, en todo mi estado, a quienes quiero visitar, abrazar y escuchar. Y es tiempo también para conocer a muchas más. ¡Y robarles un plato de su cena navideña!

    La verdad (sin ofensas): la comida yucateca, en especial de fiesta, es una de las más gloriosas de México… Si pudiera, les daría a todos los que no viven aquí un queso relleno, un plato de cochinita, un chocolomo un enorme poc-chuc, una sopa de lima, un plato de escabeche y otro de relleno negro, un gran mukbil pollo…

    Cada año, desde que era niño y acompañaba a mi papá a las posadas, he gozado las caminatas, las alegrías, la generosidad y la sincera entrega de mi gente. ¡Pueblo colmado de bendiciones!

    Otra ilusión de este año: mis hijos crecen, me acompañan, caminan los senderos yucatecos conmigo, preguntan, hablan con mi gente -su gente- y planean lo que dirán, lo que llevarán como regalos en piñatas a las comunidades del estado. ¡Qué regalo tan maravilloso nos da la vida a ellos y, sobre todo, a mí! Estamos juntos. Espero que cuando sean adultos Franco y Dany vean en su papá y su mamá-como yo veo a mi padre y a mi madre-a dos personas que los aman y que procuran ayudar a todos los que pueden.

    Tratemos que la alegría sea total. Evitemos situaciones que nos coloquen en riesgo, hagan peligrar a nuestras compañías y pongan en peligro nuestra vida o la de nuestra gente. Celebremos con plenitud, pero seamos responsables. Evitemos excesos, sobre todo en el consumo de alcohol. ¡Muy probablemente hay alguien que depende de nosotros! Y hay alguien que nos espera: cuida a tu familia, a tus amigos, a tu compañía.

    ¡Que sean días felices! A todos: los mejores deseos de parte mía y de mi familia. ¡Un fuerte abrazo!

    * Artículo publicado originalmente en El Sol de México [diciembre 22, 2014]

Deja una Comentario.

You must be logged in to post a comment.