Finanzas nacionales; no basta con mantener una endeble estabilidad macroeconómica*
[Primera de tres partes]
Con motivo de la comparecencia en el Senado de la República del secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray Caso, el pasado 7 de octubre, tuve la oportunidad de recordar que más allá de cumplir con el mandato constitucional previsto en el artículo 93, lo que se busca con este ejercicio republicano son respuestas a los problemas económicos que enfrenta México y determinar si la Reforma Hacendaria ha sido en beneficio de las familias mexicanas, del crecimiento económico, de la equidad tributaria, de la legalidad y de una mejor distribución de los recursos.
Identifiqué la oportunidad para realizar un análisis profundo del paquete económico 2016 y dejar de ver la Reforma Fiscal como perfecta e intocable, pues nos enfrentamos a una volatilidad financiera, a la devaluación del peso frente al dólar, al bajo precio del petróleo y a una parálisis económica.
Pero además, una oportunidad para realizar los cambios necesarios para fortalecer el crecimiento del mercado interno y favorecer a los mexicanos que contribuyen al progreso del país.
Planteé al responsable de las finanzas públicas de nuestro país que no basta con mantener una supuesta estabilidad macroeconómica, cuando hay millones de mexicanos en extrema pobreza, producto de una mala distribución de los recursos. Recordé que uno de los objetivos del Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018 es elevar la productividad del país, consolidar la estabilidad macroeconómica, fortalecer los negocios y establecer políticas para impulsar el desarrollo y el crecimiento económico.
De acuerdo con datos que proporciona el Banco Mundial sobre nuestra economía, existe una modesta recuperación con un promedio de crecimiento de 1.4 y 2.1 por ciento en los años 2013 y 2014. Destaqué que el mercado interno también se ve disminuido por un bajo nivel de confianza del consumidor y el escaso crecimiento salarial.
Al cuestionar al secretario Videgaray sobre las estrategias que diseñará para elevar la productividad del país, fortalecer la microeconomía, mejorar el ambiente de negocios e impulsar el crecimiento económico sostenido e independiente de los ingresos petroleros, señalé que los datos presentados en el Tercer Informe de Gobierno solo demuestran que con la política económica no se han logrado los objetivos planteados en el Plan Nacional de Desarrollo, no hay crecimiento y por consecuencia, tampoco hay reducción de la pobreza. Además, en el mercado laboral no se han creado suficientes puestos de trabajo.
Al abordar el tema de la Reforma Financiera y preguntar sobre las acciones concretas de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, señalé que la Reforma Financiera que presentó el Gobierno para impulsar la competencia en el sector, fomentar el crédito a través de la banca de desarrollo, ampliar el crédito y dar mayor solidez al sector financiero, no se han traducido en mayor beneficio en la economía, pues no se ha reducido el costo del crédito y aún no ocurre una competencia efectiva que otorgue más créditos en beneficio de todas las familias, incluyendo a los más pobres del país.
Finalmente, señalé que el Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República, presentó un análisis del Paquete Económico para el Ejercicio 2016, en el que se encontraron tres desafíos principales para las finanzas públicas: contener el crecimiento de la deuda y reducir su proporción respecto del PIB, prever la caída del petróleo y la baja plataforma de producción y afrontar la volatilidad del sector externo. De esos tres desafíos, destaqué el concerniente a la deuda, que está próxima a incrementarse a partir de la estrategia para financiar la infraestructura educativa de las entidades federativas. Ese será el tema de la siguiente columna.
* Publicado en El Sol de México [octubre 12, 2015]
Foto: altonivel.com.mx
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