
El amparo contra Dragon Mart: un éxito ciudadano*
El buen ciudadano es aquel que no puede tolerar en su patria un poder que pretende hacerse superior a las leyes.
Marco Tulio Cicerón
Los derechos humanos son sus derechos. Tómenlos. Defiéndalos. Promuévanlos. Entiéndalos e insistan en ellos. Nútranlos y enriquézcanlos… son lo mejor de nosotros. Denles vida.
Kofi Annan
Esta semana organizaciones ciudadanas y ambientalistas de la península de Yucatán, en particular Quintana Roo, dieron un gran paso en el ejercicio de sus derechos humanos y de la protección del medio ambiente. Gracias a la denuncia que promovimos en conjunto con el Centro Mexicano de Derecho Ambiental, A.C. (CEMDA) ante el Séptimo Juzgado Federal, se ordenó a las autoridades competentes iniciar un procedimiento administrativo de inspección y vigilancia para verificar si el proyecto conocido como “Construcciones y Operación del Centro Comercial Dragon Mart Cancún y Obras Asociadas” ha cumplido con las obligaciones en materia ambiental. Asimismo, el amparo obliga a que, de manera inmediata, se dé seguimiento a las denuncias populares.
La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos consagra, en su artículo 4, que Toda persona tiene derecho a un medio ambiente sano para su desarrollo y bienestar. El Estado garantizará el respeto a este derecho. El daño y deterioro ambiental generará responsabilidad para quien lo provoque en términos de lo dispuesto por la ley. Entre las instancias gubernamentales con este mandato están la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa). De acuerdo con la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Medio Ambiente, tienen la obligación de presentar la evaluación en materia de impacto ambiental a nivel federal y local, así como llevar a cabo inspecciones sobre el desarrollo de este tipo de proyectos.
Las inquietudes ambientales alrededor del Dragon Mart se basan en que éste sería un desarrollo inmobiliario que afecta un ecosistema costero; y que contempla la construcción y operación de obras hidráulicas; incluye la construcción y operación de una desalinizadora; desarrolla actividades en un Área Natural Protegida Federal, Parque Nacional Arrecife de Puerto Morelos; y opera una subestación eléctrica.
La salvaguarda del medio ambiente no sólo en Quintana Roo, sino en toda la península de Yucatán (y, por supuesto, del resto de México) es una urgencia para todos. Dragon Mart amenaza al manglar de la zona, en la que viven especies animales y vegetales; son fuente para la pesca; controlan inundaciones y erosión; protegen las costas y sirven como filtros biológicos. Y, según la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) 55% de los manglares del país se localizan en la península.
El amparo es un gran éxito para los ciudadanos: primero, porque ilustra su capacidad para organizarse y llevar a cabo acciones en contra de actividades que afectan su vida presente y futura; segundo, porque da cuenta de que las autoridades que actúan con negligencia e ineficacia deben responder por su irresponsabilidad; tercero, porque expone la facultad que tiene la ciudadanía para demandar a sus legisladores que representen sus intereses.
*Artículo publicado originalmente en El Sol de México [marzo 3, 2014]