• Daniel Ávila Ruiz

    “Gasolinazo: preocupación legislativa”, por Daniel Ávila Ruiz*

    Daniel Ávila Ruiz

    El pasado 1 de enero entró en vigor la liberalización del precio de la gasolina en todo el país. Esto implica que los precios de los combustibles ya no tendrán un precio único y será distinto en las áreas geográficas de nuestro país. Además, los costos de las gasolinas se regirán de acuerdo a la oferta y la demanda, por ello serán también tomados en cuenta factores como el costo de producción, logística (gastos de distribución, almacenamiento, entre otros) e impuestos.

    Pese al intento de generar una política pública que generará más opciones de ofertantes al consumidor en materia de energéticos, el aumento al precio de los combustibles generó un descontento social. Parte de este aumento se debe a los impuestos como el del Valor Agregado (IVA) o el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) que se reflejan en el precio final.

    En ese sentido, la propuesta del Partido Acción Nacional en el Congreso frente al gasolinazo es reducir el IEPS, llevar el tema en las agendas de las diputaciones estatales, así como proponer un replanteamiento de la política fiscal, ya que este impuesto ha afectado duramente el poder adquisitivo de las clases bajas y medias, además de perjudicar a los sectores productivos del país, que son los generadores de empleo.

    No olvidemos que, desde el pleno de la Cámara de Senadores, durante la discusión de la Ley de Ingresos en 2015, argumentamos en torno a tres desacuerdos que desde entonces prevalecieron respecto con la propuesta de Ley enviada por el Ejecutivo.

    El tiempo nos ha dado la razón: en su momento nos opusimos a los altos niveles de endeudamiento, la homologación de impuestos en las zonas fronterizas y el alza en los precios de las gasolinas.

    Una gran preocupación que tenemos los legisladores del PAN es que el alza a los combustibles está generando un aumento de precios en alimentos, bienes y servicios, por lo que de no actuar de forma responsable se puede generar un crecimiento inflacionario que pulverice los ingresos de los trabajadores mexicanos. Desde nuestra óptica, una reducción del IEPS en el precio de las gasolinas en un 50 por ciento podría reducir el riesgo de un desplome mayor de la economía al revertir parte del efecto. Por tanto, Acción Nacional buscará el apoyo de organizaciones de la sociedad civil, cámaras industriales y de comercio, colegios de profesionistas y ciudadanos a fin de fortalecer el diálogo y, junto con la sociedad, presentar la iniciativa de recortar en la mitad los impuestos cobrados al consumidor por la compra de gasolinas.

    Desde nuestras posiciones debemos cambiar esta situación a partir de acciones consistentes en el corto, mediano y largo plazos. Por ello nos parecen valientes y claras las posturas de Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) y de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT) de no firmar el Acuerdo para el Fortalecimiento Económico y la Protección de la Economía Familiar presentado por el presidente Peña Nieto el pasado lunes 9 de enero, mientras que no se establezcan metas y compromisos claros como la disminución al precio de la gasolina. Necesitamos soluciones tangibles para que podamos ofrecer certeza a los ciudadanos.

    Los compañeros legisladores de otros partidos también han expresado sus posturas acerca del impacto del gasolinazo en la población. Con algunos de ellos hemos tenido coincidencias, tal como la idea de reducir el IEPS en el precio de los combustibles, como lo han expresado diputados del PRD.

    Con otras fuerzas políticas tenemos divergencias. Ante esta situación, es momento de privilegiar el diálogo. No es posible que sigamos empecinados en mantener un diálogo de sordos. Debemos encontrar respuestas consensuadas a los problemas sociales y económicos que hoy vivimos.

    *Publicado en El Sol de México [enero 16, 2017]

    Foto: sopitas.com

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