Al Senado, Ley Federal de Juventud; propone auténtica política pública
El senador Daniel Ávila Ruiz presenta en tribuna la iniciativa de Ley Federal de Juventud [febrero 26, 2013].
Aunque en la actualidad uno de cada tres mexicanos tiene entre 12 y 29 años de edad, lo que suma una población de 36.2 millones, no existe una ley que proteja sus derechos y promueva su desarrollo integral. Es por ello que el senador panista Daniel Ávila Ruiz presentó en la Cámara Alta la iniciativa de Ley Federal de Juventud [febrero 26, 2013], misma que busca impulsar una auténtica política de Estado, así como encauzar y fiscalizar los recursos públicos destinados a ese sector.
Ávila Ruiz precisó en un comunicado que dicha ley pretende que «la Secretaría de Educación Pública vele por la formación profesional de los jóvenes, la Secretaría de Trabajo y Previsión Social por trabajos y salarios dignos, la Secretaría de Economía por los emprendedores […], y en general de aprovechar y aplicar correctamente los recursos destinados a la juventud en México».
Además, de ser aprobada, garantizará los derechos de los jóvenes «a la salud y el deporte, la cultura, a una vida libre de violencia, a la no discriminación, a un medio ambiente sano, entre otros».
Esta iniciativa fue suscrita por los senadores Armando Ríos Piter e Iris Vianey Mendoza [PRD], Roberto Armando Albores Gleason [PRI], Carlos Alberto Puente Salas [PVEM] y Ana Gabriela Guevara Espinoza [PT], entre otros, y turnada a las comisiones de Juventud y Deporte, y de Estudios Legislativos.
En los días previos a su presentación al Senado, Ávila Ruiz expuso los detalles de esta iniciativa en el programa «Visión Universitaria» del Canal del Congreso [febrero 23, 2013], y respondió dudas y observaciones de decenas de jóvenes interesados, y más tarde ante integrantes de Líderes por México y Acción Juvenil.
En este último foro aseguró que «una Ley Federal de Juventud contribuirá a construir la esperanza para los millones de jóvenes que hoy en día no se sienten parte de la sociedad porque no tienen un espacio en las escuelas, en el empleo o en la cultura, o porque no se les permite participar en los asuntos estratégicos de la nación».